Si el drone de tu vecino ves volar …

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Un Vehículo Aéreo No Tripulado un drone, eléctrico, equipado con una o dos videocámaras capaces de enviarle señales en directo a su ordenador o a su móvil, le puede costar menos de 400 euros en una tienda de juguetes electrónicos en España. Pero no es un mero juguete, sino que puede ser utilizado para espiar a su vecino, o que su vecino le espíe a usted, y otras labores no reguladas. No lleva armamento, pero todo se andará, pues en EE UU algunos ya están pensando en vincular los drones privados a la Segunda Enmienda a la Constitución sobre el derecho a poseer y llevar armas.

El debate sobre los drones, esencialmente en Estados Unidos, se ha centrado hasta ahora en el terreno militar, aunque no atañe sólo a EE UU ni es únicamente militar. Es una tecnología de la que está haciendo un uso extensivo la Administración de Obama y no sólo en la lucha contra el terrorismo. Su Gobierno sigue sin explicar las reglas que ha dictado para su utilización, aunque le está quitando una buena parte de esta capacidad a la CIA para pasársela a las Fuerzas Armadas. El gran debate en EE UU es si pueden servir para matar a ciudadanos estadounidenses supuestamente implicados en atentados terroristas. Sigue leyendo

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El Gran Atlántico: ¿Un año suplementario de salario?

Transatlantic

El presidente de EE UU ha oficializado en su discurso del estado de la Unión el proyecto de una Alianza Transatlántica de Comercio e Inversión con la Unión Europea. Es probablemente una de las apuestas fuertes de “Obama, el europeo” en su segundo mandato, un nuevo tratado para cambiar no sólo la realidad transatlántica, sino la global. Pues tal Alianza, si se logra, pesará en el mundo multipolar de la globalización.

Dan Hamilton, director del Center for Transatlantic Relations, es uno de los impulsores de este proyecto. Participó el pasado sábado en la reunión anual «War&Peace in the 21st Century», organizada por el CIDOB en Barcelona, justamente sobre las perspectivas transatlánticas. Según él, la Administración quiere que este proyecto se convierta en realidad, en un tratado firmado y ratificado (los sindicatos de EE UU lo apoyan) antes de que acabe el mandato de Obama en cuatro años, y la Comisión Europea quiere cerrar las negociaciones en dos. No quiere caer en un proceso interminable. De hecho, desde Bruselas y desde Washington se viene prenegociando desde hace tiempo en este gran plan, apoyado por la hasta hace poco secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, y que hoy es más necesario que nunca, y a él podrían sumarse posteriormente otros países. Hace años, Merkel lo propuso, aunque se topó con serias resistencias por parte de París. Sigue leyendo