Sigue con tu guerra, El Asad

WWI Q3

Occidente es más sensible a la guerra química por su uso, por ambos bandos, en la Primera Guerra Mundial y su posterior prohibición en 1925. Pero no es el único. Irán, gaseado por Irak (con conocimiento de EE UU), también debería serlo, pero en este caso apoya a uno de sus últimos aliados en la zona, el régimen de Bachar El Asad. Si se confirma el supuesto uso de gases mortíferos -la llamada bomba nuclear del pobre-, El Asad habrá cruzado una línea roja. Supuesto, pero esta vez, a la espera del informe de los inspectores de la ONU, los datos proporcionados por la Administración Obama son precisos. El problema es que el castigo que por ello infligirá EE UU junto a algunos socios no resolverá nada, pues el régimen seguirá intacto e incluso puede salir reforzado de tal ataque. A Washington le gustaría acabar con él, pero no a costa de fomentar en su lugar un yihadismo suní que en parte alimenta a unos rebeldes de los que EE UU –y muchos de sus socios- no se fían. Sigue leyendo

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Las tres guerras de Siria

Mideast Syria

La guerra en Siria esconde tres conflictos que se alimentan mutuamente, y que pueden hacer que acabe durando meses, si no años, con una violencia y nuevos niveles de brutalidad en ambas partes, denunciados por la Comisión de Investigación de la ONU, y con una salida poco atractiva.

En primer lugar, hay una guerra civil entre una parte extensa de la población, y el régimen de El Asad, en un país extremadamente complejo en su composición étnica. Lo que puede llevar a un conflicto aún más cruento -han muerto ya unas 80.000 personas- el día en que realmente las distintas comunidades se enfrenten entre sí. Puede acabar como Irak, aunque en Irak la violencia no sólo no ha acabado sino que está al borde de una guerra civil que puede dispararse por lo que ocurra no sólo en su seno, sino en Siria. Sigue leyendo