Del multi al plurilateralismo

El enfrentamiento entre el Norte, que está reforzando el G7, y el Sur Global, especialmente ante la consolidación de los BRICS, está generando divisiones en el seno de un G20 que pierde relevancia. Lleva del malherido multilateralismo a un poco efectivo plurilateralismo.

En las reuniones, ministeriales y otras, del G20, cada vez son más frecuentes los choques entre los miembros que se consideran parte del Sur Global, que no es una unidad, y los del G7 que, cada vez más unidos, representan al Occidente Global. Sobre todo, pero no únicamente, a raíz de las tensiones entre EEUU y sus aliados con China, y con Rusia. Ambos son foros informales, cuyo valor está en ser un lugar de encuentro y coordinación. Algo que en el caso del G20 funcionó tras la crisis de 2008 mientras había coincidencia de intereses pero que ha ido a menos. El G7, por el contrario, se refuerza y ha cobrado un nuevo vigor, no exento de hubris ni de tensiones internas –como el alcance de las ayudas públicas a la industria en EEUU, frente al de Europa–. De él salen posiciones comunes en cuestiones de todo tipo, incluidas geopolíticas, especialmente con sanciones, el arma preferida de Occidente, de dudosa eficacia, como se puede ver con Rusia, pues el mundo ha cambiado.

Otro mundo, otra política, otra Europa

La Guerra Fría ha quedado atrás, junto al tipo de integración europea y de las fuerzas políticas que la sustentaron. Las próximas elecciones europeas pueden reflejar estos cambios, para bien o para mal

Jacques Delors, él mismo a caballo entre estas dos tendencias, solía apuntar que la construcción europea, entonces de la parte occidental, era hija de los amores honestos entre la democracia cristiana y la socialdemocracia. Ambos movimientos, pese a sus raíces anteriores, y la integración europea surgieron de la posguerra mundial, es decir, de la Guerra Fría, en parte como respuesta al reto del comunismo soviético. Ésta terminó en 1989 o 1991, mas ni con un fin de la historia ni con un mundo plano. Ha surgido, está surgiendo, otro que tras los años del espejismo de la unipolaridad estadounidense es muy diferente y más complejo.

https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/mundo-politica-europa_129_11313564.html

Trump se prepara para ganar o resistir

En 2016, la victoria, en el colegio electoral, no en votos ciudadanos, pero esas son las reglas del juego en Estados Unidos, pese a su agresiva campaña, le pilló a Donald Trump casi por sorpresa. No estaba preparado. Tardó en formar equipo y en echar a andar. Esta vez se está preparando a conciencia para empezar a actuar el próximo 20 de enero, día de la inauguración si gana en las elecciones del 5 de noviembre. Se podría arrogar “poderes de emergencia” que permiten a un presidente limitar las libertades en internet o restringir la libertad de movimientos.

Trump también se está preparando para perder: ante esa eventualidad anuncia el “fin de la democracia” y un “baño de sangre”, en un país polarizado, con una población, sobre todo entre sus seguidores, armada, y al borde de una nueva guerra civil muy diferente de la de 1861-1865. Si gana, Trump ya anunciado que, revanchista, llenará la administración federal de fieles, y echará a los otros. Si pierde, se lanzará en una cruzada judicial para impedir que Joe Biden permanezca cuatro años más en la Casa Blanca, y fomentará una revuelta civil. Estas elecciones indicarán si se podrá seguir considerando a Estados Unidos una democracia.

https://agendapublica.es/noticia/19163/trump-se-prepara-ganar-resistir

Los riesgos de descontrol de la IA

Expertos occidentales y chinos coinciden en que, de no controlarse, para lo que se requeriría un régimen global, la Inteligencia Artificial planteará riesgos existenciales tanto en su versión civil como militar.

Mientras la UE se ufanaba de su nueva regulación de la Inteligencia Artificial (IA), con aspiraciones globales, un grupo de expertos occidentales y chinos de primera línea se reunía en Pekín para identificar “líneas rojas”, civiles y militares, ante los riesgos existenciales que plantea el desarrollo incontrolado de esta tecnología o ámbito tecnológico. Está claro que solo se podrá limitar y controlar si se hace a nivel global, con acuerdos concretos y verificables, no con meras declaraciones generales como hasta ahora, por ejemplo en el G20. Ahora bien, no está demostrado hoy por hoy que se pueda. Y mientras algunos piden avanzar en el ámbito regulatorio, el brazo de innovación del Pentágono, la DARPA, solicitaba más dinero, más del doble que el año pasado, para lograr una simbiosis entre humanos y máquinas, una IA que razone e IAs altamente autónomas –es decir, que puedan decidir sin mediar humanos–, eso sí acordes con los principios éticos del Departamento de Defensa. Chinos y otros están inmersos en programas parecidos.

Tambores de guerra y el zoom con el que se tocan

https://agendapublica.es/noticia/19144/tambores-guerra-zoom-con-se-tocan

De ser uno de los pocos dirigentes europeos en mantener un diálogo con Putin, de reclamar “no humillar a Rusia”, Emmanuel Macron ha pasado a calificar a ese país como “amenaza existencial” y a convertirse en el abanderado del peligro que plantea la otrora superpotencia. Una visión que se está extendiendo con grandes dosis de irresponsabilidad. Agitando el fantasma del “apaciguamiento” de Hitler en Múnich en 1938, sugiriendo Macron incluso la posibilidad de enviar militares occidentales a suelo ucraniano. Esto último fue inmediatamente rebatido por casi todos sus aliados, ante el temor a una escalada que podría llegar al arma nuclear. Estos tambores de gran guerra tienen su zoom histórico equivocado. Esta historia no se ve igual con el foco puesto en 1938 que en la actualidad, o desde 2022, con la segunda invasión rusa de Ucrania, que desde 2014, 1999, 1991, 1989, 1939 o 1919. Según la distancia en que se ponga el zoom, según el referente pasado que se tome, cambia la película del presente. Y del futuro.

English version

https://agendapublica.es/noticia/19143/war-drums-and-focus-with-which-they-are-played

Mejor un fondo soberano que una nueva empresa pública

Los 20.000 millones de la nueva Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT) es una cifra importante para una política industrial en la que se están metiendo muchos países, socios incluidos. Integrarlos en un fondo soberano español reforzaría la independencia de gestión y su eficacia

https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/mejor-fondo-soberano-nueva-empresa-publica_129_11223139.html

Para no quedarse atrás frente al impulso estatal en nuevas tecnologías digitales y en tecnología profunda de Francia, Alemania y otros países, en una Europa que se queda pequeña frente al dinero público que aporta con estos fines nacionales Estados Unidos o China, el Gobierno ha impulsado la constitución de una nueva empresa pública, la SETT, Sociedad Española para la Transformación Tecnológica. Con su tramitación urgente decidida por el Consejo de Ministros el pasado 5 de marzo, puede estar operativa en mayo y contar con 20.000 millones de euros. Aunque está por ver cómo entra en la operadora, servirá también para proteger a empresas como Telefónica, que hay que proteger (como Talgo). Pero mejor hubiera sido constituir con ellos un Fondo Soberano, del que España carece, de gestión independiente.

La guerra de Gaza, asunto interno

La guerra de Gaza está teniendo repercusiones en las políticas internas de diversos países, a comenzar por Estados Unidos, donde contribuye al apuro de Biden.

“Toda la política es local” es un principio muy asentado en EEUU que se suele atribuir al que fuera speaker de la Cámara de Representantes, Tip O’Neill. Pero lo de fuera también influye en lo de dentro. Incluso antes de la hiperglobalización, que no es solo de bienes, también de sensibilidades. Lo estamos viendo ante la guerra entre Hamás e Israel, que, más allá de las acciones y consecuencias geopolíticas, está afectando seriamente a la política interna en no pocos países, sobre todo al centro izquierda y a la izquierda, desde la estadounidense a la británica, y la española, pasando por casi todo el mundo árabe y buena parte del musulmán. De momento, sirve más a Trump que a Biden.

https://www.politicaexterior.com/la-guerra-de-gaza-asunto-interno/

Feijóo necesita las gallegas y las europeas. Sánchez, las catalanas

En las elecciones en Galicia Feijóo se juega su credibilidad (y su futuro). En las catalanas, Sánchez se juega la suya, dependiendo de que los independentistas pierdan o mantengan su mayoría de escaños

https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/feijoo-necesita-gallegas-europeas-sanchez-catalanas_129_10921122.html

Sinn Féin y Bildu: Paralelismos

Irlanda del Norte y el País Vasco son cuestiones diferentes, separadas, pero no inconexas. Casi se podría decir que paralelas en algunos momentos, como el actual, y que se han tocado en diversas ocasiones. El mundo abertzale siempre ha seguido de cerca, y cooperado, con el mundo republicano norirlandés en tiempos de IRA y de ETA. Y en los actuales del Sinn Féin y de Bildu. Es significativo no solo que Michelle O’Neill, de 47 años, líder del Sinn Féin en Irlanda del Norte, o en el Norte como ella prefiere decir, haya sido la primera nacionalista en llegar a la cabeza del Gobierno regional de integración, en un territorio que forma parte del Reino Unido, sino que en su primer discurso no insistiera en la reunificación con la República, para centrarse en la integración, en gobernar “para todos”, en promover políticas sociales y facilitar el día a día de sus conciudadanos. No por ello renuncia a ello.

https://agendapublica.elpais.com/noticia/19068/paralelismos-sinn-fein-bildu

En poliguerra

Las guerras de Ucrania y de Gaza, y otras, están conectadas por varios hilos. Estamos en Poliguerra. Un peligro es que se convierta en una única, compleja, y más amplia guerra.